Faltaban 10 minutos para que la primera práctica post partido de inicio en el Monumental y Líder Mármol tomaba tereré en la primera fila de la platea baja. Ahí, a escasos metros donde el miércoles, tras el partido, algunos fanáticos habían cargado contra Ricardo Rodríguez, generando la reacción en Alberto Medone, uno de sus preparadores físicos. Ayer por la tarde el movimiento, en ese momento, era mínimo. El resto de los jugadores todavía no había saltado al campo y el único sonido que se escuchaba era el de los feriantes de cada jueves, haciendo su trabajo. Era la señal: el empate y la bronca habían quedado atrás.
Ya con el plantel en el campo lo demostrarían con algunas situaciones. Primero, el mismo Medone que saltó eyectado de su lugar con los insultos de la platea, cargaba a Deivis Barone por el taco que intentó tirar en mitad de cancha, cuando promediaba el segundo tiempo. El jugador, el mismo que estalló contra la dirigencia, sonrió ante la chanza y ni se gastó en explicar mientras veía cómo su hijo intercambiaba pases con el equipo.
El pibe debió parar de juguetear cuando el entrenador llamó a todos para una pequeña plática en el medio del campo. Luego, la charla se redujo a los titulares más Federico Almerares (no concentró el miércoles) y Ezequiel Cacace en lo que no pareció ser una charla futbolística y de ceño fruncido. Cristian Lucchetti, Santiago Ladino tomaron la palabra en su momento pero cuando Rodríguez mandó a trabajar a todos, el ánimo volvió a estar arriba.
Así llegó también Mario Leito, que charló con "RR" e invitó a los socios a la locreada gratuita de mañana a las 13 en el complejo, organizada por las agrupaciones Centenario y Lealtad Decana. Las tarjetas se retiran de la sede del club.
Luchetti y Luis Rodríguez empezaron a imitar el berrinche que hizo Matías Ballini antes de su primera amarilla por una falta no cobrada sobre él. "Se ve que no vio el codazo o lo tapé", dijo el volante, que no pudo evitar las carcajadas cuando vio la teatralización. Y pese a que pudieron digerir el 1-1, el que no se rió tanto fue "RR", que deberá armar un rompecabezas en la mitad de la cancha, ya que no podrá contar con César Montiglio ni con Ballini.